Páginas

miércoles, 27 de enero de 2010

siento que me has fallado...

Dije que no volvería a escribir por ti, y de hecho no sé si lo haré o tan solo escribo por sacar esto que llevo dentro de mí.
Tú,que llegaste a ser más importante que yo misma. Te lo di todo,total y absolutamente todo. Tú a cambio decidiste hacerme daño. Me dejaste, y de eso ya hace más de un año. Aún así, no te libraste de mi, ni de tenerme en tus pensamientos. Fuiste débil, tanto como yo, o incluso puede que más. Yo tuve mi culpa, lo admito, muchas veces provoqué las situaciones, pero qué quieres, seguía necesitándote a pesar de todo.
Fui idiota, con todas las letras o tal vez con más de las que ya hay en el abecedario.
El caso es que todo pareció acabar, yo dije que no quería volver a caer y tú, tú no dijiste nada,pero estoy segura de que lo pensaste.
En nochebuena parece que se hizo un pequeño paréntesis y volvimos a mirarnos como si de dos niños pequeños se tratara, pero al fin y al cabo, cosas tan insignificantes que ni siquiera podrían doler.

Ahora hablo desde el cabreo, hablo desde la decepción.
El sábado un partido volvió a unirnos,Benidorm,aquel pabellón y en el coche te noté más cerca de lo que ya estabas. Sí, aproveché la situación, y cuando nadie miraba te acaricié. La primera vez moviste un poco el brazo, y volví a intentarlo, esta vez lo dejaste quieto.
En el partido volví a sentirme como la última vez que estuve allí, junto a ti. Y me dolía verte sentado sin poder jugar, y sentía ese cosquilleo cuando hacías mates y mirabas hacia arriba esperando que yo sonriera.
Cuando recibí aquel mensaje, pude matar por querer verte. Me las ingenié, y fui a verte.
Hay muchas formas de abrazar, de hecho nosotros creo que las hemos tenido prácticamente todas y sino todas, la gran mayoría.
Aquella noche volví a abrazarte como cuando todo era perfecto, y por una vez en muchos meses, sentí que eras tú quien me necesitabas... tú, a mí. ¿Dónde se ha visto eso?
Con un simple "te necesito", allí estuve. Y tú... tú en cambio hiciste algo que para mí era lo último que podía hacerse. Intentaste darme explicaciones, incluso diciéndome que volverías atrás cuando las aguas se calmaran...
¿Sabes qué?
Ya no me sirve de nada... me fallaste, me fallaste joder! Eso que no habías llegado a hacer, con todo lo que ha pasado en este tiempo, pues aún no me habías fallado, o por lo menos no del todo, y ahora, ahora lo has conseguido.
Pienso en ti y tengo rabia, sí, rabia, de no ser capaz de ir en medio de cualquier sitio sin pensar en quien tengo alrededor y soltarte un guantazo, ese que te mereces.
Y me odio a mi misma por no ser capaz de ello.
No te mereces ni estas lineas, ahora ya no. Ya no te mereces ni siquiera que te compadezca, ni siquiera que quiera joderte y lo llegue a conseguir...fíjate si me has decepcionado, no te mereces nada. Ni el hecho de existir para mi...

No hay comentarios:

Publicar un comentario