Páginas

miércoles, 23 de diciembre de 2009

VisiGeme.




Cuando alguien termina por convertirse en la persona más cercana de tu día a día, terminas llamándola HERMANA, y aun más si encima dicen que nos parecemos tanto que a veces nos cambian los nombres porque supuestamente somos gemelas xD
Gracias,por todo, hermana.

domingo, 20 de diciembre de 2009

Punto y final.


Me cansé, me cansé de ti, y esta vez de verdad y para siempre.
Tú ya tienes un camino y yo estoy intentando encontrar el mío. Mi "cambio de aires" como dice mi erre.
Y te olvidaré, llegara un día en el que mirarte no signifique nada más que ver una persona delante de mí.

viernes, 11 de diciembre de 2009

Ahora que todo está mejor...


Y es que a veces lo pienso, y doy gracias por haber tenido la vida que he vivido, por seguir aquí, y por que a pesar de todo lo sucedido, todas las rabietas que pueda pillarme con mi destino, o como quiera llamarse, siempre podría haber sido peor.
sin embargo, espero que en mi futuro no falten los pilares básicos que ahora mismo necesito...
Ella es un pilar básico, y quiero conservarla el resto de mi vida.
Te quiero muchísimo Conchi, y noto un montón que no estás aquí...
[You learn to love,to live.You fight and you forgive.You learn what's wrong and right...You live before you die (8)]

lunes, 30 de noviembre de 2009

con los recuerdos en la palma de mi mano...






Primero fue la hermana Josefa, en quinto de primaria, un frío día de Diciembre. Luego fue mi abuelo, una madrugada de domingo 26 de enero de 2003. Después, cuando parecía que salíamos a flote,que no había mala suerte, que cada uno continuaba su camino por separado,pero en el fondo todos seguiríamos juntos, llegó un jueves 12 de julio y fue ella quien se marchó... Tras ella murió de cancer el amigo de mi mejor amigo...Vuelta a otro diciembre, otro frío diciembre, un miércoles 5 mi tía Ana María nos dijo adiós a sus 93 años.
Unos meses más tarde fuimos testigos de una de las mayores injusticias que he podido presenciar. El padre de una de mis amigas murió un 12 de febrero. Otro 12 en nuestras vidas en el que volvíamos a estar juntos, todos, en un mismo lugar.
Tras él,llegó Dmitri, un amigo de 17 años que se suicidó el pasado Marzo. Junio llegó más caluroso que nunca, y otra injusticia volvió. El tío de mi mejor amiga le dijo adiós, y fue la primera vez que la vi tan afectada, y por lo tanto yo estaba también jodida.
El pasado 2 de Noviembre murió de un accidente un amigo de amigos... Y los recuerdos volvieron como si nada, absolutamente todos...
Y hoy, hoy un niño de dos años y medio acaba de quedarse sin padre..

Que me expliquen a mi qué cojones pasa!

sábado, 28 de noviembre de 2009

y sigo añorando...


Hoy he vuelto a sentirme como en los viejos tiempos.
Incluso, como si nada hubiera llegado a cambiar.
He vuelto a sentirme agusto, agusto conmigo misma y con lo que me rodeaba.
Nada de incomodidades, nada de miradas asesinas ni tristes.
Te echaba de menos. A tí, y a ellos. A estar juntos,a los momentos a los que añoro, a todo...
A los abrazos,a las escapadas a la planta de arriba,a los gritos y las sonrisas...
Joder,esto es tan difícil ahora...
Te quiero, os quiero.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Descalzas por el parque...#


Viviendo,volviendo,disfrutando,olvidando,no pensando,ocultando,llorando,recordando,empezando...
Todo final es un comienzo, y supongo que eso es recíproco.
La memoria es un cúmulo de recuerdos, y qué pensáis, ¿que hay algo que se olvide?. No, creo que ni lo que quieres olvidar consigues borrarlo del todo. Es como cuando escribes con lápiz, luego, al borrarlo con el borrador siempre se queda una pequeña marca, como la huella de que te equivocaste (o hicieron que te equivocaras), como la prueba del error...
Siempre he pensado que no cometería dos veces un mismo error. Me equivoqué (lo peor de todo es que me he equivocado ya tantas veces que ni recuerdo cuando empezó todo).
Echo de menos tantas cosas ahora mismo, y querría tener tantas nuevas...
Creo que me merezco ser feliz de nuevo, disfrutar de todo y no solo un día a la semana y con alcohol y fiesta como acompañantes.
Quiero volver a sentirme como me sentía antes. ¿Alguna vez has tenido esa sensación de querer darlo todo justo al despertarte por las mañanas?
Hace ya muchos meses que no la tengo, y la echo de menos...

Es como vuelta a empezar, solo necesito tiempo, y un poco más de ayuda...
(Justo como la otra vez)

viernes, 13 de noviembre de 2009

El adiós.

Querido Héctor:

En realidad sé que nunca recibirás esta carta, tal vez jamás sea capaz de dártela.

Nuestra ruptura fue como una cuesta arriba que subir con aire en mi contra, con peso en mi espalda y dolor sobre todo mi cuerpo.

Tú no ayudaste, a pesar de ello, no te guardo rencor. Tú continuaste tu vida, que fue lo importante para ti en ese momento, y yo, yo me limité a mirar a lo lejos, a contemplar, y a cometer errores haciendo eso. Me hice daño a mí misma, incluso hice daño a los que me querían y quieren.

Guardo preciosos recuerdos de nuestra historia, incluso sigo conservando cierta camiseta que te quité, y aquella caja roja, ¿la recuerdas?

Nuestros secretos siguen en su interior, sin lograr escapatoria.

¿Sabes? No hay día que no piense qué hubiera pasado si hubiéramos continuado, si hubiéramos cumplido nuestras promesas y sobretodo, si no hubiéramos dejado que la distancia nos separara.

Pero el destino quiso que te conociera y pudiera salir del pozo negro en el que me metieron obligada, y sé que si no hubiera sido por ti, no hubiera podido salir de ahí. Tal vez por eso no te guardo rencor.

Muchas veces intenté odiarte, quise olvidar que fuiste lo mejor que tuve, y lo peor de todo es que no pude. Te quise tanto que no conseguí llegar a odiarte, ni olvidarte.

Hay gente que me dice que recordando lo malo lograré olvidarte. Nuestra historia tuvo cosas malas, muchísimas, y no creas que no las he pensado una y otra y otra vez. ¿Sabes a la única conclusión que he llegado? Que ni pensando en lo malo lograré olvidarme de todo lo que sentí por ti.

Guardo el olor de tu cuello, y lo que te encantaba que te mordiera la oreja. Conservo la imagen de tu sonrisa, el color de tus ojos y lo alborotado que estaba siempre tu pelo. Pienso cada día en la primera vez que te vi, vestido de verde, con un escudo del Barça en el centro de la camiseta de tirantes, uno pequeñito en el pecho izquierdo, y un número que me resultaba muy familiar en el derecho. Aquel día, se te fueron los ojos, como te dijeron.

Recuerdo también la primera vez que estuvimos solos. Algo tan insólito para mí.

Ahora mismo sería capaz de hacer una película con nuestra historia, con las fotos, con los sueños, las promesas, los momentos que vivimos.

Fuimos uno, es la verdad, y la verdad no hay vez que no duela, y ahora no iba a ser distinto.

Dejaste algo dentro de mi corazón, y aun que ello sea lo más estúpido que haya hecho en toda mi vida, no he conseguido sacarlo de ahí, después de tantos años.

Te recuerdo como si siguieras aquí, conmigo.

Y sigo pensando, que algún día volverás, se cumplirán las promesas, los sueños, y no habrán despedidas, ni lágrimas. Solo habrá amor. Nuestro amor.

Ahora te escribo desde el porche de mi nueva casa. Si miro al frente nuestra playa me absorbe.

Tengo una habitación con tus recuerdos, con paredes llenas de tus cartas, de las fotos, y de todo lo bueno que conseguimos crear juntos. Cuando siento que te necesito, me meto en ella, abro las ventanas, y continúo mirando el mar. Aquel mar que un día fue nuestro, aquel que fue testigo de nuestro comienzo.

Estoy sentada en una mecedora. No dejo de moverme, ni de ver el final del mar más cerca y más lejos cada vez que lo hago. Desde aquí te espero. Como prometí, yo nunca sería capaz de decirte adiós para siempre.

Siempre tuya, Paula.

jueves, 12 de noviembre de 2009

El sexto día.


Todo se ha perdido, se ha transformado. Ha dejado de ser “un problema” para ser algo que recordar.

Héctor sigue pensando que algún día nos reiremos de esto. Su vuelta me impacienta.

Ya va en el autobús con destino mis brazos, y voy a darle una sorpresa a la estación.

Esto está siendo francamente duro.

Vuelvo a estar sola en casa con mis pensamientos. Voy al baño, y “el problema” se queda en él. Lloro, y no puedo evitarlo.

El pelo me cae sobre la cara y, por un segundo, dejo de preocuparme por mi aspecto y paso mi mano por mi frente, elevándola y, siguiendo el curso de mi cabeza, me aparto el flequillo a mi paso. Suspiro a la vez que continúo llorando. Vuelvo a suspirar, y vuelvo a meter la cabeza entre los brazos en un burdo intento de esconderme de mí misma.

Ya está. En el interior del baño sólo se ve la sangre. Restos de lo que algún día iba a llegar a ser alguien por quien luchar y darlo todo. Estoy sintiéndome la persona más miserable del mundo cuando Héctor me llama.

- Solo quedan horas para que pueda apoyarme en tu cabecita, a ver si empezamos a crecer, nana –. Y se escucha una breve risa.

- Payaso, no es que yo no crezca, es que a ti te sobrealimentaron de pequeño.

-Sí, sí, claro -, breve pausa, risa prolongada -, quedamos a las diez que voy a ver a mis hermanas jugar, o mejor, vente conmigo si quieres.

He conseguido disimular mi estado de ánimo, pero no podré disimularlo delante de más de cincuenta personas, un partido de baloncesto y muchos nervios alterados.

Me ducho, me visto, me maquillo y me voy a la estación.

La espera es eterna. Por mi cabeza no pasa nada más que aquella mísera mancha roja, alojada ya en mis pensamientos.

¿Qué es lo que he hecho?

Hay mucha gente en la estación, pero ni rastro de la familia de Héctor. Llega un autobús, pero la gente que baja no es de la clase de Héctor. Llega un segundo, yo me acerco. Se han abierto las puertas, bajan algunos de sus amigos. Yo muevo la cabeza de lado a lado, elevando las puntas de mis pies, intentando esquivar cabezas y encontrar su pelo castaño alborotado y su carita de sueño, y sonreír. Logro mi objetivo. Sonrío, aun que a la vez brota una lágrima o dos. Está guapísimo, tal vez más alto, o no y me parece que estos casi siete días han sido meses. Por fin, él me ve, y sonríe. Se ha detenido en el último escalón del autobús, yo me estoy acercando, él baja, y yo suspiro mientras me abalanzo sobre él, ocultando mi cara entre su cuello, su cabeza y su hombro.

- No llores más, ya he vuelto -. Me dijo.

- Te quiero, te quiero, ¡te quiero!

- Eres una dramática, exagerada. ¿A que no ha sido para tanto?

Mi cara ha cambiado repentinamente e intento fusilarlo con la mirada mientras él ríe a carcajadas.

Me encanta tenerlo de nuevo conmigo. Tener mi brazo rodeando su cintura, poder respirar hondo y estar oliendo su aroma, y, sobretodo mirarlo, y ver su preciosa sonrisa.

- Anda, trae aquí esa maleta -. Le dije mientras le quitaba de las manos el mango de ésta.

Él se limitó a sonreír.

lunes, 9 de noviembre de 2009

El quinto día.


¿Y cómo se le dice a una madre eso?

¿Cómo se le dice “mamá has estado a punto de ser abuela”?

Lo primero que pensé cuando supe que iba a estar a punto o de ser mamá o de no serlo.

La cabeza me explota. He tirado el móvil al suelo cuando ha sonado la alarma a las siete de la mañana. ¡Quiero dormir joder! ¿Tan difícil es dormir con problemas?

Me tiro el cojín a la cara y grito, y lloro. Son las siete y cinco. Me levanto, me lavo la cara y al mirarme al espejo no me veo a mí. He dejado de ser yo, esta a la que veo no soy yo.

El día avanza en clase. Estoy callada, escribiendo todo esto. Las clases pasan rápido por primera vez en todo el curso.

¿Nunca te ha pasado que cuando te pasa algo más ves alrededor tuya algo que tenga que ver con eso?

A mí me está empezando a pasar. Lo único que veo son bebés, y embarazadas, y carritos… ¡Joder! Ojala sea tan fácil dejar de pensar… Pero no lo es. Los pensamientos me atormentan y no me dejan continuar. Lo necesito ahora y él no está. No puedo decírselo a nadie, no puedo y me duele no poder. Esto es lo más difícil que me podría pasar ahora.

Cuando te pasa algo fuerte normalmente te apoyas en las personas que quieres y te quieren, no lo guardas para ti misma. En mi caso es distinto. No tengo otra salida. Eso es lo peor de todo. Está hecho, no hay vuelta atrás. No dejo de pensarlo pero es que no puedo. Es como cuando te cuelgas a la espalda una mochila con libros de más y la mochila empieza a dar señales de rotura por bajo, solo hay una solución posible: o te paras y quitas libros de su interior o sigues y dejas que se rompa. Y mi mochila se ha roto.

Tengo demasiados libros a la espalda.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Empezando a escribir (de nuevo)


EL PRIMER DÍA:

¿Alguna vez te has preguntado si eres feliz?

Hoy es la primera vez que yo me lo pregunto.

Hace un sol increíble en la calle. He abierto la ventana y la luz de la mañana de domingo a entrado en mi habitación. Me miro al espejo, y sin embargo no es a mí a quien veo. Ojeras acentuadas, pelo alborotado, la ropa de anoche y una serie de gritos sin fin dentro de mi cabeza.

Mis amigas lo hubieran llamado resaca, yo en cambio le doy otro punto de vista llamándolo problemas que no te dejan dormir.

Mis dieciocho están por llegar, pero ahora mismo me siento tan perdida. Tengo la decisión tomada, más que tomada, y casi realizada. He hecho unas llamadas, y tengo la ayuda que necesitaba para poder hacerlo. Al ser menor de edad se te cierran muchas puertas. Y cuando se abren a los menores es cuando tú ya tienes edad de tenerlas abiertas.

Jamás pensé que estaría en la situación en la que estoy. Sé lo que debo hacer, sé lo que voy a hacer, pero creo que no es lo que yo quiero, sino lo que me obligo a mí misma. Nadie sabe cómo me siento. Deambulo por los pasillos de la casa ahora que nadie está despierto. Voy, vuelvo. Abro la nevera, bebo agua, la cierro, vuelvo a abrirla, a coger la botella, y volver a dejarla. Estoy nerviosa, necesito moverme, mantenerme distraída, pero no sé qué hacer para no pensar. Pensar me mata ahora mismo. Muerte. La palabra clave que ha marcado mi vida. Sin embargo, en este momento es en el que me preguntó qué pasaría si… La típica condición. La imaginación me juega malas pasadas, el juicio propio me hace quitarme de la cabeza las ideas absurdas en las que ahora mismo pienso.

Son las once menos cuarto de la mañana. Tengo la mochila colgando del hombro y voy de camino a uno de mis últimos partidos, o eso creo. No dejo de pensarlo y sé que es lo peor que puedo hacer ahora mismo.

El baloncesto siempre me ha servido para despejarme y olvidarme de todo. Lo peor es que, al acabar, los problemas siguen estando ahí. Sin embargo este partido ha sido el peor partido de mi vida, y no porque haya jugado mal, que también, sino porque he estado más pendiente de que no me dieran ningún golpe, por lo que pudiera pasar… He jugado con miedo, y deseando que el árbitro diera el pitido del final.

Carla y Nerea se han dado cuenta de que me pasa algo. Les he dicho que no me pasa nada. No me lo creo, he mentido a las dos mejores personas que tengo en el equipo, a mi apoyo allí. No he sido capaz de contarles la verdad, tal vez sea demasiado fuerte para ellas.

Lo peor de tener algo que ocultar es que no hay nadie con quien puedas desahogarte, y peor aún es que la única persona con la que puedas hablar esté en Salamanca una semana…

- ¿Cómo estás?

- Mal, ¿cómo crees que puedo estar? Sabes que esto me supera, y encima tú estás tan lejos…

- Vamos, tú puedes con eso, y yo estoy contigo, aunque sea desde aquí.

(Silencio)

- Cariño, todo saldrá bien. Tengo que dejarte, te quiero.

Y las lágrimas surgieron sin previo aviso.

He llegado a urgencias, he esperado, me han mirado con la típica cara de “no eres la primera ni serás la última” y me he ido.

Lo más difícil ha pasado, ahora solo tengo que recoger dieciocho euros de donde sea e ir a la Farmacia. Eso sí que no es tarea fácil. Para mí, tarea casi imposible, pero después de unas llamadas y ninguna explicación lo he logrado.

Mi madre ha hecho una de las comidas que menos me gustan. Es domingo, y como cada domingo mi abuela come con nosotros. No dejan de hablar y ni se percatan de que yo estoy distante, de que aguanto las lágrimas, y me como la comida que me han puesto sin decir ni media palabra, rápido, como engullendo para no saborear y que me den arcadas por ello. Me levanto de la mesa y digo que estoy cansada. En la cocina dejo un largo silencio que me angustia. Cuando se aseguren de que no escucho hablarán de mí. Cierro la puerta de mi habitación. Empieza su conversación. Enciendo el ordenador, pongo la música y el buscador. No me gusta lo que leo. Me levanto de la silla, me tiro en la cama y lloro. Lloro de la impotencia, del no saber si lo que hago es lo mejor y para quién es lo mejor.

El móvil vibra. Me despierto. Sonrío.

- Te echo de menos.

- No digas tonterías, ¡si no hace ni un día que me he ido! – y se escucha una breve risa -.

- ¿Has llegado al hotel?

- No, queda algo más de una hora. Oye, dime que estás bien que me siento fatal de estar aquí.

- Estoy bien – le mentí -, tranquilo.

- ¿Cuánto nos costará la bromita?

- Casi 18 euros.

Él resopla, yo suspiro.

- ¿De dónde has sacado tanto dinero?

- No te preocupes por eso. Lo he conseguido, y sin preguntas, que es lo que nos interesa. Tú disfruta de tu fin de curso y échame mucho de menos, ¿entendido?

- Ya lo hago, pequeña, te quiero.

Sus llamadas son lo único bueno ahora. Oír su voz me tranquiliza. A veces cierro los ojos y pienso que lo tengo a mi lado y me susurra al oído. Cada vez que escucho un te quiero suyo es como elevarme al cielo en una nube particular para nosotros dos. Es increíble. Con él siento lo que jamás sentí con ningún otro.

Ahora mismo necesito sus abrazos. Esos en los que lo rodeo por la cintura (que es la altura a la que mis brazos llegan) y apoyarme sobre su pecho, con los ojos cerrados, e inspirar y oler su perfume. A veces incluso, cuando no lo tengo a mi lado, huelo a él y es como tenerlo conmigo.

Esas son las sensaciones que me hacen sentir bien, lo que me hace poder seguir con esto a pesar de tenerlo lejos. Pensar que en seis días y medio podré abrazarlo de esa forma, y besarlo sin minutos que contar para la despedida.

Me he dado una ducha para despejarme. En realidad estoy haciendo tiempo. Tengo miedo. Me visto, y salgo de mi casa. Por la calle pienso en todas las veces que he pensado cómo actuaría si me pasara lo que ahora mismo me pasa.

Llego a la puerta de la Farmacia y me detengo. Dudo, pienso y entro. Ya no hay vuelta atrás. La tengo sobre mis manos, que tiemblan sudorosas al ver lo que contienen.

He vuelto a casa, me he encerrado en mi cuarto y he empezado a leer el prospecto. Para qué se utiliza, tome, no tome, si padece esto, si padece lo otro, cómo tomar, como actuar en caso de diarreas o vómitos, posibles efectos adversos, caducidad. Norlevo por aquí, Norlevo por allá.

Estoy agobiada, nerviosa pero sé lo que tengo que hacer, a pesar de todo. Voy a la cocina, cojo la botella de agua. Abro la caja, cojo la pastilla, y bebo, tragándome con ella parte de mi orgullo, de mis pensamientos, y esperando que al llegar la pastilla a su destino, se queden allí también mis sentimientos respecto a todo esto.

- Ya está – y no reprimí las lágrimas -.

- No llores por favor. Es lo que debíamos.

- Si lo sé, pero aún así, duele. Acabo de traicionar a mis principios.

- No has traicionado a nada cariño, aun no había nada, entonces no es un…

- ¡Calla! – grité rápido -. No quiero ni oírlo.

Hubo un largo silencio en el que ninguno de los dos sabíamos qué decir.

- En seis días estoy abrazándote, y pasará el tiempo y nos reiremos juntos de esto.

- Dudo que pueda reírme de esto algún día.

- Verás, haré que te rías de esto el verano que viene en un avión destino América.

Me reí a carcajadas y me despedí de él.

No daba crédito a lo que acababa de pasar.

¿Nunca te ha pasado que cuando te pasa algo te metes en Internet a ver si sacas algo en claro de ahí que no sepas ya?

Pues ese es el mayor error que yo he podido cometer.

Me he metido en la primera página que el buscador me ha seleccionado. En rojo, mayúsculas y parpadeante “impide la implantación del embrión en el endometrio tras ser fecundado el óvulo por el espermatozoide”.

Explicaciones de qué es, cómo se toma, cómo funciona, en caso de…, en caso de…, en caso de…, efectos secundarios, mil historias y una frase marcada en mi cabeza. “El óvulo fecundado muere, y es expulsado”.

Muerte. Otra vez esa palabra vuelve a mi vida, y otra vez la modifica.

Hemos cenado ya en mi casa. Ni siquiera me he metido en el ordenador esta noche. Son casi las dos de la mañana, doy vueltas en la cama, no puedo dormir. El primer día acaba. Esto es solo el principio. Mañana será otro día, y la cuenta atrás habrá comenzado.

domingo, 27 de septiembre de 2009

algo más que un deporte...











Impotencia, rabia, desquicie, mala ostia, encadenada...
No hay palabras para explicar cómo me siento después de esto...
Volver a decirle adiós al baloncesto,puff. Por mucho que siga entrenando,y que vaya a los partidos como delegada... no podré hacer los calentamientos, ni jugar los partidos... y eso, sé que voy a echarlo de menos... Ahora solo me queda ser egoísta y pensar "que alguien se dé de baja por favor".
Ahora sí, te echaré de menos baloncesto, me diste más de lo que yo pude darte a tí...

viernes, 25 de septiembre de 2009

Trio de verde :)








En realidad tampoco sé muy bien como quiero empezar con esto.
Ellas fueron muy importantes a la hora de mi vuelta al club,pero sobretodo mi entrada en ese equipo. Todos los comienzos dicen que son duros.Sin embargo con ellas todo fue un poco menos difícil.
Cuando me quise dar cuenta tenía dos manos derechas en el equipo, y por supuesto, eran ellas.
Es extraño, cuando estoy con ellas me siento como si las conociera de toda la vida. No con todo el mundo me sale querer abrazar en cualquier sitio y sin que venga a cuento. Con ellas sí. Con ellas, es todo diferente, como, natural, sí, esa es la palabra.
Ellas son especiales. De la forma en la que con una mirada saben si estoy mal, y viceversa.
Ahora todo ha cambiado. De forma descomunal, diría yo. Y uno de los grandes factores es el cambio de equipo. (La edad no se puede frenar)
Echo MUCHÍSIMO de menos uno de esos abrazos que teníamos en medio de cualquier sitio y en cualquier momento, solo porque una de las tres lo necesitaba/le apetecía y la palabra mágica era ABRAZO TRIO, y en ese momento, nos juntábamos las tres en plan piña :)
Echo de menos animar a mari mar cuando falla un tiro en algún partido y decirle que el próximo irá dentro (En el fondo es porque sé que el próximo sí que irá dentro).
Echo de menos mirar a Rosi de reojo (con cara de ¬¬) y que me la encuentre con esa sonrisita,y sin darme cuenta, empiece a reírme a más no poder...
Echo de menos que Mari Mar me meta caña en las defensas de algún ejercicio o que en los calentamientos seamos Rosi y yo las mismas de 1x1.
Echo de menos chillarle a Rosi lo crucial que está siendo su defensa individual, y cómo no, echo de menos tenerlas mínimo 4 veces por semana...

Hay cosas que el tiempo no va a poder cambiar.Por mucho que haya cambiado nuestra situación, por mucho que se vaya a la mierda todo lo que alrededor nuestro pase. A vosotras no os voy a perder, y si algún día se diera la situación no penséis que me quedaría de brazos cruzados esperando a que se resuelva solo.
El trío es para siempre, aun que algún día dejemos de ser verdes, incluso que algún día lleguemos a ser 4 (jajajajajaja grandísimo aquel partido en Aspe!!)

[Me acabo de dar cuenta de que estoy escribiendo para ellas ya,diciendo nosotras y tal jaja]


Ellas son mi trío de verde, Rosi y Mari Mar.
Os quiero, y sabéis de sobra que sigo y que seguiré aquí SIEMPRE.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

perdida...


A veces perdemos el rumbo y no sabemos si algún día lograremos encontrarlo de nuevo.
Yo perdí mi rumbo. No sé si hace unos meses o unas semanas o tal vez unas horas... solo sé que lo perdí.
¿Cómo se continua cuando no sabes por donde tienes que seguir?

sábado, 19 de septiembre de 2009

Erre ( L )


Ella es de esas personas que tal vez nunca pueda llegar a definir. Ha estado, está y estará a mi lado en todo momento, ya sea malo o bueno.
La conozco desde la guardería,y unos grandes años tenemos a la espalda. Años de decepciones, de aprendizajes, de miedos, de alegrías, de locuras. Años de tristezas, de sueños, de metas por conseguir, de logros. Años por recordar y que al fin y al cabo no creo que llegue a olvidar nunca.
Ella forma mi pasado,la mayoría de él.
Me encanta su forma de ser, su forma de hacerse ver, y su forma de hacer que seamos los que estamos a su alrededor.
Ella es diferente, luchadora, y tiene una mano para eso de los consejos... Es como mi pequeño ángel, y a la vez mi pequeño demonio. (Más bien demonio). Me dice cómo son las cosas, cómo pueden ser si actúo de una forma o de otra, y cómo serían si me dejara llevar... Es mi demonio porque me incita a escoger el camino malo, eso sí, me dice sus consecuencias claramente :)
Ella es todas las cosas que yo nunca llegaré a ser, y todas las que me gustaría.
Tiene algo especial que nunca nadie habría podido tener ni tendrá nunca. Es especial,ella en sí es especial, y eso no se lo quita nadie.
La verdad es que me podría tirar horas escribiendo sobre ella, escribiendo anécdotas, o situaciones embarazosas de las que no se olvidan aunque quieras. Pero, creo que las horas que son y teniendo en cuenta que mi inspiración está entre los puntos negativos y los positivos ahora mismo...

Sé que ella será de la que vea crecer a mis hijos,y yo sé que seré la que la vea casarse,y feliz,con una carrera (que en proceso va) y los sueños cumplidos entre otras mil cosas.
Tuvimos momentos muy duros.Momentos en los que tan solo la presencia de la otra era un mundo.Pero a pesar de todo,aquí continuamos.Una al lado de la otra. Y sé que por muy lejos que ahora mismo estemos (más de 400km).
Hace unos meses, creo que más de un año escribí algo sobre ella que era casi perfecto, y creo que es lo que mejor podría describir lo que ella significa para mí.

Creo que la mayoría de veces que he escrito ha sido cuando mis lágrimas me pedían a gritos que querían dejar de caer, que hiciera algo por ellas o me quedaría sin ojos por el inmenso tsunami que podrían provocar en mi mirada. Entonces, es cuando escribo.

Hoy no tengo ganas de escribir esas típicas cosas que siempre digo en mis jodidos escritos como que me siento vacía, que no tengo fuerzas, que no encuentro sonrisas en mi corazón [o que directamente, no tengo... no late], etc...

Simplemente me dedicaré a expresar lo que nunca he tenido el valor suficiente a decir.

Yo NUNCA he sido valiente, NUNCA he sido fuerte, NUNCA soy tan agresiva como aparento ni tan cobarde como lo que lloro. Pero si hay algo que me ayuda a seguir adelante SIEMPRE es ella. Ella lo es todo. Es mi pie izquierdo al levantarme por la mañana [y el derecho], es los buenos días que me repito cada amanecer y que pocas personas me dan, es ese nosequé que nunca supe que me daría fuerzas para no estar todo el día en la cama y tirar mi vida en ella. Es el camino al instituto, es el luchar por lo que quiero ser, es sonreír cuando lloro por dentro. Es lo que escribo, lo que lloro, lo que extraño, lo que prometo, lo que lucho, lo que caigo, lo que muero y lo que vivo. Es TODO.

¿Nunca os ha pasado que sentís que estáis conectados a través de un cable invisible al corazón de otra persona y sufrís si ésta sufre y sonreís si ésta sonríe? A mí si. A mí me pasa con ella. Cuando ella llora y yo no puedo verla es como si se me encogiera el corazón y me faltara el aire y, sin saber cómo ni por qué, me derrumbo, me hundo. Es presentir que algo le pasa sin saber exactamente el qué. Cuando ella está mal durante meses o años es como si yo estuviera muriendo poco a poco, cada día me falta un segundo más de oxígeno.

Yo no necesito de mí sola para seguir. No necesito un sueño, ni un recuerdo, ni un amanecer, ni una luna llena para continuar adelante. Yo la necesito a ella.

Sin ella no soy NADIE.

Y si ella llora, ni escribir podrá evitar que mis palabras plasmadas en un fotolog puedan provocar un tsunami en mis ojos...




Simplemente,la quiero,y la necesito.Ella,mi razón para sonreír...

martes, 15 de septiembre de 2009

Él ( L )



Llevo mucho tiempo pensando esta entrada. La verdad es que me quedo sin palabras a la hora de hablar sobre él.
Lo conocí medio por casualidad,en un partido de baloncesto de mi primo. Él está en su equipo y a raíz de aquel día...Nuestra amistad fue corta,pues tan solo duró unos pocos meses.Sin embargo,con él,me sentía como si lo conociera de toda la vida. Congeniamos, sí, esa es la palabra. A la perfección diría yo. Él pasa sus vacaciones en Santa Pola,en un apartamento de allí. El domingo 13 de Julio iba con una amiga allí y pensaba verlo. Un pequeño imprevisto de última hora me dejó sola en el viaje... pero él me rescató. Quién me iba a decir que las casualidades existían. Ese día fue perfecto, incluso antes de las pasadas 17:00 ... Dentro del agua,en las algas estábamos nosotros. Yo rodeando su cuello con mis brazos y él mi cintura. ¿Imaginar el final? Exacto. Un beso. Y no solo eso, sino un comienzo. Desde aquel 13 de Julio de 2008 hemos tenido absolutamente de todo,pasando por fiestas, escapadas,sustos, siestas,noches,celebraciones,escondites (sobretodo en su casa,más que nada porque en la mia es practicamente imposible) cumpleaños,sorpresas, más sorpresas y más sorpresas aun, conversaciones interminables,fotolog,tuenti,santa pola (santa pola sobre todo,ya fuera verano o invierno...)elche,partidos,entrenos, su casa,mi casa,fotos,pilladas,besos,abrazos,peleas,reconciliaciones,miradas,te quieros,te amos,exámenes,y por qué no decirlo sexo (no sé porque la gente lo tiene como tema tabú si al fin y al cabo todos lo hacemos) Sexo en todas partes! Locuras, como no podían faltar. Un sin fín de cosas que no sería capaz de describir. 9 meses oficiales + extraoficial.

Tal vez lo que mejor podría definir nuestra relación sería un te quiero,un te amo,o cualquiera de los momentos que puedo recordar...

Aquí dejo una de las mil cosas que tengo escritas suyas, pero sin duda de las que más me gustan...

[Pero saps que?

que en verdad ese te quiero lo dice todo...
Esque no se como darte las gracias por todo lo que haces por mí.
Luego dices que no haces nada... pues para mí es TODO

si...esque me haces sentir feliz miriam! :)
Alomejor no te das cuenta, porque yo no le doy mucha vela por ejemplo,porque me hago el tonto, pero esas cosas como la de la sorpresita me llegan, y me estoy dando cuenta de que eres lo mejor que tengo...

Y sabes qué? a mi también me encanta verte feliz , sí, por eso siempre voy a estar ahí contigo... para que esa llamita no se apague nunca :):)

Te quiero miriam, no sabes hasta que limite, como te dije en su día,,, un te quiero me sabe a poco para ti!

La sonrisita que se me ha puesto cuando me has dicho lo del entreno...
es increíble! esque si tu eres feliz, yo tb :)



Te quiero nana meua!


Si queda amor, por recordar, habrá mil noches para soñar... (8)

(L)]


Lo amo, es algo que no podré cambiar nunca. Aun que las cosas sean tán distintas ahora yo sé que él siempre será algo que llevaré dentro de mí. Por todo lo que fue,y por todo lo que sigue siendo...

lunes, 14 de septiembre de 2009

ella... (*)


Hace ya dos años,dos meses y dos días subió al cielo una nueva estrella... Ella era alegre, soñadora, risueña, y no tenía pelos en la lengua. Las cosas las decía tal y como eran. Murió a las 20:00 tras un accidente de moto... Aún tengo la duda de quién tuvo la culpa de su muerte y no he sido capaz de preguntárselo a nadie, es algo como prohibido.
A veces me derrumbo pensando que su vida terminó en un maldito cruce y que ahora nuestros nombres están escritos en aquel Stop. Es cuando recuerdo a sus padres o sus dos hermanas pequeñas. Si para mí es difícil, no quiero llegar a imaginar qué calvario será para ellos. Otras, lloro de alegría de pensar todas las cosas que compartimos algún día.
Es duro pensar que ya nunca podré abrazarla o decirle cualquier tontería. No era de mis mejores amigas, pero sí de las afines.
Cuando me preguntan cómo se supera eso no sé que responder. No sé cómo se supera,ni tan siquiera sé si yo misma lo he logrado hacer o aun estoy en proceso de ello.
Hay canciones que la recuerdan, y no solo a mí, sino a amigas suyas, a amigas en común...
Guardo un grato recuerdo de ella, y sé que sigue aquí, de alguna forma, no nos ha dejado del todo. Y nos ayuda... no dejará de hacerlo. Y algún día volveremos a encontrarnos, y nada habrá cambiado. Estoy segura de ello.

el comienzo...

Otro nuevo secreto donde dejar constancia de mi estado de ánimo. Un nuevo blog que se convertirá en mi diario. Nada de reprimirse, ahora ya me da igual qué pueda pasar o quién pueda llegar hasta aquí...