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domingo, 27 de abril de 2014

Abril 2014.

Son casi las 9 de la mañana de un domingo 27 de Abril. Tengo la maleta a mi lado, terminada, y eso que queda más de una hora y media para que vengan a por mí. Hoy se avecina día grande. Vuelta al palacio de los deportes de Murcia, vuelta a pisar la pista, vuelta a disfrutar detrás de mi Canon (qué tesoro), vuelta a la ACB. Se me sigue quedando grande, mucho y me sigue ilusionando entrar como la primera vez que lo hice en aquel partido contra el Real Madrid.

Tenía mil palabras en la cabeza y ahora no soy capaz de escribir ninguna de ellas. Sólo tengo ganas de llegar a Murcia. Nunca pensé que diría esto pero ¡qué bonitas cosas me ha traído Murcia!

Alguien me dijo un día que tenía que ser cauta a la hora de poner mis sentimientos en las redes sociales, quizás tengo que ser cauta en cierto sentido, pero creo que esto hay que destacarlo aunque nadie sabe de qué hable, lo mejor de todo es eso, que como dice love of lesbian "nadie, nunca nadie, nadie excepto tú, puede enviarme hasta el espacio y devolverme hacia su cama, y en las horas más oscuras me harás levitar, en descuidos CREAREMOS UNIVERSOS".

Declarado Abril como mes perfecto del año cuando ni siquiera ha transcurrido ni la mitad de él, estoy segura que es insuperable.
VAMOS A DISFRUTAR.

miércoles, 9 de abril de 2014

Soñando.

Aún no había tenido un ratito de tranquilidad para poder escribir.
Es miércoles, queda una hora para que juegue el Atleti y me he puesto Love of lesbian para ir pensando un poco en el Sansan la semana que viene. Aún me queda el procesado de todo un partido pero no tengo la garganta como para ponerme a trabajar y estresarme. Si gana el atleti y estoy de humor lo haré esta noche.

No he sabido describir, ni siquiera ahora después de 3 días, ni creo que digerir lo que me pasó el domingo. Creo que el 6 de abril de 2014 será un antes y un después. Quizás un punto de partida. Aún no me lo creo, aún no soy consciente de ello, parece que no haya sido real.
Cuando empecé con esto nunca me podría imaginar terminar viviendo en Murcia estudiándolo, pero ya se me escapaba hasta de mis sueños haber estado a pie de pista en un partido de ACB. Es como demasiado alto, hasta para mí, que soy una soñadora. Jamás pude ni siquiera soñar eso. Es como que te toque la lotería cuando nunca compras el boleto, para mí era igual.
Todo son pequeños pasos, pero hay que darlos.

Siempre he pensado, y dicho, que quería pasar mi vida en Novelda, que mis hijos crecieran entre esas calles, fuesen a Carmelitas, terminaran jugando al baloncesto en el Jorge y vivir cerca de mamá. Creo que esta es la primera vez que me planteo eso. Ahora que he tocado el cielo y veo que Novelda no está en ese trocito. En el fondo me da pena, pero tampoco sé las vueltas que me va a dar la vida. Parece que aquí puedo tocar el cielo, pero cuando pensaba eso nunca pude imaginar tener la pista del palacio de los deportes a mis pies con un papel que te daba el absoluto poder.
Creo que voy a empezar a plantearme la vida sin pensar en lo que podrá pasar mañana, o al mes que viene o dentro de 5 años.
Tendré que renunciar a cosas durante las prácticas, pero si todo sale bien, y parece que el camino está demasiado llano y no podrá no salir bien, tampoco podré ver a mis chicos del jorge, ni jugar, casi ni ver a mi familia, mis amigas... pero quizás ese precio es demasiado pequeño para lo grandes que van a ser esos meses. Estoy segura de que valdrá la pena, valdrá la pena porque este paso es el más grande que puedo dar en toda mi vida y pienso darlo lo más fuerte posible.

Y si consigo esto, si consigo esto, no me puedo imaginar lo que me queda por vivir. Todo será grande. Lo sé, estoy segura.

miércoles, 2 de abril de 2014

El peso de la ilusión.

Creo que nunca había llorado por una lesión, quizás nunca había llegado a este extremo, al de que andar y a veces hasta al respirar, te duela el cuerpo. Quizás es porque nunca había tenido la presión de exigirme tanto a mí misma, de que mi cabeza tenga una lucha con mi cuerpo, que uno diga sigue y otro diga basta.
El fisio dice que es descanso, que mi cuerpo pide una pausa.
Mentalmente ya estoy bien. Venir a Murcia y poner distancia me ha hecho respirar hondo y contar hasta 10 un par de veces. El domingo estaba demasiado, DEMASIADO, mal. Nunca me he visto en esa situación y pensé que nunca llegaría a estarlo.
Cansada de jugar. Cuando yo era la reina del banquillo.
El hecho de ser 6 jugadoras, de estar físicamente (creo) activa y no tener cagadas muy cantosas imagino que fue el detonante de jugar tantos minutos.

Hoy me he metido un chute de motivación. Me he puesto el informe robinson que le hicieron al Chacho y también el de Amaya Valdemoro. Luego he visto los videos que tengo jugando esta temporada y para acabar las fotos de junior en el CBJJ.
Es como el yin y el yang, como si me pusieran las dos caras del baloncesto. La cara bonita, la de ser titular varias veces, la de que se note cuando estás en pista, las fotos de alegría, la ausencia de fotos en un banquillo, la rabia, la fuerza, las ganas y luego, por otra parte, las lágrimas, el banquillo como única forma de vida durante un partido, la ausencia de pases, de tiros, la ausencia de minutos, la ausencia de oportunidades, de confianza y llegó un momento que se transformó en ausencia de ganas, de compromiso, y eso generaba menos esfuerzo y resultado en menos minutos y entrar en un bucle.

Quizás hoy he llorado todo lo que tenía acumulado y no quise llorar el sábado después del partido. Contuve rabia y se acumuló al lado del dolor. Juro que estuve a punto, muuuuuy cerquita de decir hasta aquí, y escribo esto con una lágrima recorriendo mi cara porque en mi vida me había sentido como aquel día.

Hoy me he puesto las dos caras de la moneda para darme cuenta de que todo no iba a ser bonito, y ahora, que es cuando más baja estoy moralmente, ahora es cuando tengo que acordarme de lo mal que lo pasaba en el banquillo, lo que necesitaba el voto de confianza que ahora se me da y lo que ansiaba coger un balón y jugar, divertirme, disfrutar.

Hay una frase del informe robinson del chacho que me ha hecho pensar en mí.
Nunca, NUNCA, he sido tiradora. En escolares tenía la cuenta de las canastas que llevaba en toda mi vida y creo que no llegaron a pasar los 20puntos. En el Jorge tampoco es que fuese muy tiradora pero solía tener mis buenos tiritos cuando sonaba la flauta y habían más de 5min por partido. Esta temporada me dicen muchas veces que tengo que tirar más.
Del Chacho dicen que había veces que parecía que le gustaba más dar una asistencia que meter una canasta.
En ese momento me he puesto a asentir a la pantalla del ordenador como una tonta. No sé explicarlo, meter me gusta, ¡claro que me gusta! ¿y a quién no? pero dar una asistencia es como media canasta, como aportar a la felicidad de otro. El baloncesto al fin y al cabo es eso, juego en equipo. ¿De qué sirve que yo balón que pille balón que me tire? No vamos a ganar por ello. Prefiero crecer como jugadora, crecer con mi equipo, en un deporte en el que tenemos que aportar todas. Si quisiera individualismos me había ido al tenis.

El sábado cuando me pueda el cansancio, cuando no aguante más, no hayan cambios y piense que me voy a morir ahí mismo, me recordaré la frase que decían de amaya "Luchar contra todo el mundo, hasta contra sí misma. Y seguir compitiendo, seguir compitiendo como la única forma de calmar la pasión por jugar y calmar también el miedo que provoca no volver a hacerlo".
En eso voy a pensar, en que en ese partido voy a jugar todos los minutos que merecí jugar cuando no se me dejó y toda esa rabia contenida que tengo, focalizarla en aguantar físicamente, hasta el pitido final. Yo no sé jugar a medias, o juego y me mato o no juego. Y ya que no me queda otra opción, habrá que morir luchando.

Dicho esto, que dios nos pille confesadas, porque va a ser la muerte transformada en 40min.