Páginas

domingo, 30 de marzo de 2014

Hundida...

Llega un momento en el que tocas el final y ya bajas los brazos, dejas de correr, no haces ayudas y balón que te llega, balón que te da absolutamente igual si tirar y meter o no.
Me he pasado la noche con calambres y ahora mismo tengo las piernas como si terminara de jugar.

No más,  esto no más.
No puedo. Y quizás sí necesite un psicólogo, porque la nula confianza que tengo en mí misma sé que debería cambiarla. Pero ahora mismo arrastro un cabreo que no lo mando todo a la mierda porque terminaría por arrepentirme. Pero si fuera por mí y por mi cuerpo a día de hoy y en este momento, no jugaba lo que quedaba. Total, para qué...

sábado, 29 de marzo de 2014

Cuesta abajo...

Hace unas 2h que ha terminado mi partido. Aún noto el cansancio en las piernas, me duele todo, literalmente,  hasta ducharme me ha dolido. Cuando pasas la línea de dejar de disfrutar,  de dejar que el cansancio pasa por encima de las ganas de jugar. Que veas un cambio y te vayas directa a la banda esperando tu nombre, digan otro y mires lo que queda de tiempo... Estar deseando acabar el partido en el descanso...

Eso, eso no es disfrutar del baloncesto,  del deporte. Eso es lo que no me gusta.
Estoy deseando acabar la temporada ya, porque ni me veo con fuerzas de tirar del carro ni con ganas de intentarlo. Ya no por ver que todos no dan el 100% sino porque sirve más bien de poco dar ni siquiera el 80-70%.

Yo he llegado a ese punto que me he rendido. Sólo quiero tener un fin de semana en el que no me duela el alma y sobre todo de que no me pregunten "Qué tal" y siempre esté la misma frase "perdido y además regalando".
Es lo que más me jode, regalar. Perder me da más o menos igual. Pero ver que no se da todo. Pensar que tú lo estás dando y ver que no se responde igual... al final bajas la intensidad.  Por cansancio, por ver falta de entusiasmo y cometes el error de tirar la toalla antes de hora.
Y lo peor no es eso. Es que ha terminado hoy el partido y a pesar de cabreo pienso, "y la semana que viene sin cambios, para qué cojones vamos a eso".
Si no se disfruta no vale la pena, a mí personalmente no me vale la pena ir a sufrir.

Pero bueno, escribo en caliente. Muy en caliente. Menos mal que de aquí al viernes que viene que vuelva a entrenar se me habrá pasado la mala hostia,  porque como tuviera que ir mañana a Crevillente a jugar, juro que no iba...

domingo, 23 de marzo de 2014

Oportunidad de oro.

Es la 1 y media de la noche de un sábado eterno. Estoy físicamente tocando fondo. Los calambres en las piernas no cesan, el efecto de las pastillas esta vez está siendo un poco más molesto de lo normal y me he venido a la cama para que mamá no se diera cuenta e intentar dormir. Imposible.
No hago más que pensar y pensar.
El miércoles tengo una de las mayores,  sino la mayor, oportunidad de lucirme y darme a conocer que he tenido hasta ahora.
Siempre he pensado que la frase "Quien no tiene padrino no se casa" tenía razón pero nunca la había querido tanto personalmente.
Tengo la suerte de haberme rodeado de gente increíble y de mantener relaciones a pesar del tiempo y la distancia. Cuenca de Murcia no son un obstáculo para que me acuerde de ti y parece que es recíproco.
Me has puesto en mis manos el mejor regalo que podías hacerme.
Acreditación para hacer las fotos de un partido de fútbol sala importante. Nada más y nada menos que el Bel-liana vs Pozo Murcia.
Un primera división.  UN PRIMERA DIVISIÓN!!!!!!!!!!
YO, HACER FOTOS DE UN PRIMERA DIVISIÓN!!!!

Estoy flipando de una manera que no es normal. Y sólo puedo darte las gracias, por haber pensado en mí pero sobre todo por mover tus hilos. Mi primera acreditación y va a ser para un primera división.

Se puede pedir más después de haber aprobado todo y seguir cumpliendo objetivos?

#TodoSale
Ya era hora, el karma me devuelve todo lo que he pasado... ahora A DISFRUTAR!!!! Y a vivir el miércoles como un premio a la constancia, el esfuerzo y el trabajo. Todo llega, y yo no hago más que sonreirle al precioso presente que estoy viviendo ahora mismo.

miércoles, 19 de marzo de 2014



Hacía tantos y tantos meses que no te veía sonreír...
Tantos y tantos sábados en los que te he despertado y justo antes de entrar he pensado "por favor, que respire". El miedo sigue ahí, latente, cómo no iba a estarlo?
Duerme conmigo cada noche en Murcia y va y viene metido en mi maleta. Cuando estoy aquí parece que se ausenta, parece que no noto que está aquí. Me siento un poquito menos lejos y eso hace que no tenga miedo de que te marches.
Hacía demasiado tiempo que no te veía como hoy.
Dicen que cuando la muerte se acerca hay unos días buenos. Cuando mamá ha dicho "lleva un par de días muy bien", me ha venido a la cabeza esa frase, no he podido evitarlo y he contenido las ganas de llorar mientras te acariciaba. No hay cosa que me relaje más que acariciarte y ver como me miras. Quizás ya ni me reconozcas, o tal vez sí y por eso te quedas tranquilita cuando estoy cerca.
Quiero pensar que lo haces, que sabes quien soy, pero que te faltan las fuerzas para decírmelo. Igual que te faltan para darme un beso como los de antes. Dios cuánto echo de menos esos besos. Te tirabas media hora y los escuchaban hasta en la calle de al lado.
Me gustaban tanto esos besos... Debí pedirte el doble cada día, nunca supe que iban a irse tan pronto.
Por suerte (o por desgracia) tus besos se han marchado, tú sigues aquí, aunque no seas la de antes, tengo que darme con un canto en los dientes de poder despertarte cada sábado y dar gracias de poder acariciar tu carita. Lo mejor de esta semana sin duda ha sido verte sonreír.

Si la frase tiene razón y estos son tus últimos días lo único que puedo pedir es que no sufras, y si puedo pedir más, no estar yo en Murcia, por favor. Tengo un miedo bestial a que te marches y no estar yo cerca para despedirme de ti como te mereces.
Te quiero, te quiero mucho abuela.

martes, 18 de marzo de 2014

I love this game

Creo que no ha habido año en el que no me lo hayan preguntado. "Qué te aporta?". La típica frase que mi padre me lleva diciendo desde que tengo conocimiento "asume que no vas a vivir del baloncesto" a lo que también le añadía "ni de ser escritora" o "ni de trabajar 3 semanas en el campus por mucho que te guste".
Es el típico padre que intenta ponerte los pies en el suelo antes de que veas dicho suelo a la altura de tua ojos. Imagino que busca lo mejor para mí,  aunque a veces parece que le cuesta ver qué es lo que me hace feliz.
Hace poco me volvieron a preguntar qué me aportaba el baloncesto,  el ir de aquí para allá y que mis fines de semana se convirtieran en kilómetros que añadir a una larga lista de horas delante del ordenador retocando fotos y a unos escasos entrenos y abundantes minutos en pista.
Cuando llego a la cama después de un entreno mi cuerpo suele estar tan cansado que no le da tiempo a pensar en mucho más. Cuando subo las fotos de un partido después de horas y horas de trabajo, y veo como las visitas aumentan y llegan las notificaciones, esa sensación,  ese cosquilleo en la barriga, como cuando estás enamorada, es absolutamente igual. Quizás es eso, que estoy enamorada de esto, de este modo de vida. De ir a más,  avanzar, ¡y de qué manera!. De querer comerme el mundo, de exprimirme los sesos para hacer mejor las fotos con los inconvenientes de poco material y poca luz en los pabellones.  De entrenar personalmente cuando no se me exige, de no pedir el cambio en pista aunque se me vaya un pulmón por la boca y mirar el tiempo y decir "aguanta un poco más, que puedes" y aguantarlo.
No sé y dudo que sepa algún día explicar esa sensación.
Amo este deporte y lo que me hace sentir, tanto desde dentro como desde fuera.
Creo que no hay nada mejor en la vida que llegar a la cama y dormir tranquila sabiendo que estás dando lo mejor de ti, en todos los aspectos de tu vida, que cumples con tus obligaciones y que tus objetivos y metas personales se van quedando pequeñas poco a poco. Y entonces quieres más y más y seguir comiéndote el mundo, con paciencia y sin prisas, no me apetece atragantarme y hacer alguna cagada que otra.

Dicho esto, que viva el baloncesto,  la gente que lo rodea y que yo pueda hacer las fotos de ello! ;)

martes, 11 de marzo de 2014

Parciales.

Son las 17h, llevo desde las 8 de la mañana en pie y no me he dado ni una siesta de respiro. Estoy especialmente irritada. En esta puta casa no se respeta nada, no hay silencio ni cuando hay un examen importante al día siguiente. Parece que hay una discoteca en mi balcón y yo no hago más que contar y contar y contar, hasta que por más de mil he perdido la cuenta.
No entiendo como se puede ser tan irrespetuosa y tan irresponsable.
Ahora mismo resuena en mi mente la frase de mi madre "Ten paciencia, tiene 18 años. Acuérdate de los tuyos". Y vuelvo a contar hasta mil, y cuando voy por 600 me sale sola la frase "si no sabe convivir que se quede en su casa y que la enseñen" y sigo contando. Y respiro hondo y me repito a mí misma las frases del temario cada vez más fuertes en mi mente hasta que parece que me grito mentalmente.
Estoy absolutamente desquiciada. No es que no respete horas de sueño y que haya empezado a odiar los jueves porque no puedo dormir y las consecuencias son jaquecas los viernes, no, es que no suficiente con eso tampoco se puede estudiar.
Mi madre no hace más que mandarme whatsapps y decirme "aguanta, vamos, aguanta" "no te queda nada" "no te agobies, aguanta cariño". Y aquí estoy, hablándole a la nada, intentando encontrar un poco de silencio aunque sea imaginario en mi cabeza y poder sacar esto.
Eso sí, mañana cuando me sepa todo el examen y se lo borde me alegraré el doble al ver mis notas. Toca tragar, o eso dicen, yo creo que pronto explotaré y en el momento que lo haga arde troya...

sábado, 1 de marzo de 2014

NB. JJ. A.

En el fondo ansío el momento de que llegue la presidencia, para bien o para mal. Creo que si ya somos uno, ahí vamos a terminar de consolidarnos como filà. Si conseguimos superar eso, conseguiremos superar todo lo que nos quede por venir.
Esta tarde me he planteado muchas cosas. El orden de las prioridades, los pros, los contras... Creo que hasta hoy no me había dado cuenta de la prioridad absoluta que le he dado a Negres, a desfilar y a la filà desde que soy parte de esto. Desde que empecé a tener ese sentimiento recorriendo mi cuerpo al escuchar una marcha mora, o la primera lágrima al pisar descalza el asfalto con paso firme y serio mientras me temblaba hasta el último milímetro de mis pestañas.

Y hablando de prioridades, mi madre esta noche me ha hecho pensar en más de una y me ha recordado ciertas palabras que le dije hace unos meses en total uso de razón. "No son mis colores".
Pues bien, hoy he hecho de tripas corazón y me he tragado lo que quizás era hora de sacar (si es que no se ha hecho bastante notorio en el último año).
SIEMPRE, repito claro, alto y conciso, SIEMPRE estará mi pueblo por encima, mi pabellón, mis amigos, mis costumbres, mis colores, mi verde y blanco, mi vida ahí.
Y ahí es cuando mi madre ha llegado y me ha dicho con toda la razón del mundo "tu obligación a marcharte, por suerte o por desgracia". La conversación ha terminado ahí pero mi mente ha seguido en silencio contestando sus razones y argumentos repitiéndose una y otra vez en voz bajita el "por suerte o por desgracia".
No sé en qué medida está la suerte y en cuál la desgracia, no sabría calificar de importantes los pros y los contras de esto. Quizás no pueda lograr hacerlo...
Claro que doy las gracias y claro que me importan. Estoy a gusto, cosa que ahí casi que no pasó. Me sentí siempre más del Jorge por el masculino que por el femenino, y si lo pienso, ellos fueron mi prioridad hasta cuando yo era jugadora de allí.
No sé cómo explicarlo, o quizás no quiera explicarlo por miedo a que no se me entienda o no saber expresarlo bien pero es así. Siempre me sentí más parte de ellos. Y ellos me demostraron (y siguen haciendo) que me echan de menos si no estoy, que notan cuando no estoy.
Es curioso sentirse tanto tantísimo parte de algo que no en su conjunto pero sí en una parte te ha dejado de lado, te ha cerrado una puerta y todas sus ventanas y te ha hecho tragarte tu orgullo para reírse de ti. Quizás es lo que más duele. El sentir que eres parte de algo pero en el sexo equivocado. Habría pagado lo que fuera por que mis compañeros fueran ellos, los quiero demasiado y llevo taaaanto tiempo viéndolos jugar que no me imagino una temporada sin ellos. Son mi mejor rutina, la rutina que elijo, la que priorizo, la que tanto y tanto me gusta.
A veces resuena en mi cabeza la típica frase que me lleva diciendo mi padre desde que tengo uso de razón (él siempre con su optimismo absoluto) "Asume que no vas a vivir del baloncesto". Ahora parece que a esa frase le damos un vuelco, la matizo y le añado "no voy a vivir de jugar al baloncesto" pero creo firmemente que llegará el día que haga que mi padre rectifique esa frase. Aunque creo que se va dando cuenta, por algo lleva un año sin repetírmela.
Cuando me ve pasarme horas y horas delante del ordenador retocando fotos me da una palmadita en la espalda y me pregunta qué tal lo llevo. Cuando me ve llegar de un partido cansada, tirarme en el sofá me dice "cansado estoy yo de trabajar toda la semana". Imagino que es su manera de decir que debería sentirme privilegiada de estar cansada de ello, y en parte lo siento, me siento privilegiada, pero lo siento ahora. Cuando tocas el suelo con tus propias manos quieres volver arriba y tocar el cielo. Algo parecido me ha pasado a mí. Valoro mucho más el ser jugadora, claro que lo hago pero la frase de "no voy a vivir de esto" se repite más de una vez en mi cabeza.
Creo que ya me estoy repitiendo y no estoy dejando nada claro. Cuando vuelva a releer esto en unos días miraré la hora y veré que es la 1 de la mañana de un viernes y que llevo demasiadas horas en pie.





Sin darme cuenta, he escrito ya un orden de prioridades. Sin darme cuenta llevo una hora escribiendo y borrando sin sentidos...

Buenas noches, me comen los nervios por el domingo y no por mi partido, sino por el de ellos y por el sitio en el que es...