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miércoles, 29 de junio de 2011

29.junio

Feliz cumpleaños Abuelo.
Llevo varios días mirando atentamente el calendario, esperando el miércoles, esperando el 29.
Normalmente cada mañana al levantarme de la cama después de parar el despertador no suelo ni acordarme del día del mes ni de la semana en el que me encuentro, sin embargo hoy ha sido diferente. He abierto los ojos y lo primero que ha destacado en mi mente ha sido tu recuerdo, tu forma de cortar el pan en aquellos domingos, tu campo, tu sonrisa, tu manera del malcriarme, de hacerme especial, especial para ti, y tú hacerte especial para mi.
Tengo que reconocerlo; he llegado a ese punto en el que no recuerdo tu voz (aunque tengo la suerte de poder recordarla viendo los videos de navidades pasadas...), ese punto en el que visito el cementerio cada vez con menos frecuencia, cada vez más en días señalados sólamente, ese punto en el que me he acostumbrado, sí y sé que suena FATAL decirlo pero es así, me he acostumbrado a no tenerte, a tener solo a la abuela, a vivir por ella y hay veces que me pregunto cómo puede vivir sola, cómo puede y cómo puedo yo consentirlo, entonces me digo a mí misma que no son temas en los que yo deba meterme...
Pero no creas que con esto te digo con otras palabras que no te añoro, ni me acuerdo de ti, porque sabes que lo hago...sabes que lo hago diariamente.


Te quiero.
http://carmelitasnovelda.wordpress.com/2011/06/28/imagenes-de-nuestro-primer-dia-y-gymkana/img_5752-5/

Por fin las fotos de mis peques colgadas! Qué gratificante es ver su felicidad, y con qué poco te hacen feliz a ti. Una sonrisa vuestra es como mil buenos momentos en la vida de un adulto. Así que GRACIAS, enanos, gracias por hacerme un poquito más feliz.

martes, 28 de junio de 2011

pequeña pausa.

con ganas de volver por aquí. Entre comienzo de campus, preparaciones de decorado para la bienvenida y el ordenador roto, me he olvidado por completo de esto de escribir. ¿Novedades? Imagino que ninguna, sino habría recordado el blogg. Muchas noches en vela, muchos recuerdos últimamente a la cabeza, mucho clinex usado encima de la mesilla de noche y muchas mañanas de ojos hinchados. Al fin y al cabo, cada año llega este momento, y llega por las mismas épocas, pero al igual que llega, se va, no voy a darle más importancia de la que le he dado los últimos años.
Remarcar del campus que ya es el 4 año, y que se acabó el voluntariado, después de 3 años currándomelo, aquí estoy, monitora, o algo parecido. Más responsabilidad, más derechos, más trabajo y sobretodo, mejor recompensa. Porque si ver sus caritas ya es gratificante, que ahora SÍ que seas su seño de verdad, que te obedezcan y que puedas enseñarles algo o hacer algo por ellos que no sea decirles que no corran, ayudarlos a cambiarse la ropa o a comerse el almuerzo, esto sí es una recompensa. Hoy día duro, y digo duro no por el dolor de pies, que cada día me mata más, ni por lo calada que salgo del turno de piscina, sino porque he pasado un ratito con la pequeña Luisa y me ha venido a la cabeza todo... Tú eres la razón de su nombre, y tal vez ella no lo sepa, pero yo lo sé, lo sé y mi mente me hace recordarte cada vez que la veo o pronuncio su nombre. ¿Sabes? Es como pronunciar un trocito de ti, un trocito de tu esencia, aunque en el fondo es así, porque fuiste parte de su mamá, tú fuiste parte de su mamá...
Te prometí tantas cosas que aún no he podido cumplir Luisa... me acuerdo de ello cada día, y de las veces que hablé de tí con Cano. Y ahora, ahora os hablo y no puedo escucharos, no escucho vuestra voz, ni siquiera en mis recuerdos. Es como dejar en OFF el altavoz de cada pequeña película que hay en mi mente con vuestros momentos... siempre en OFF, siempre...


Con ganas de que llegue el viernes y olvidarme (y despejarme) de todo un poco y disfrutar el primer recorrido Negres como oficialmente Khoikhoi.

jueves, 9 de junio de 2011

Te echo de menos. (*)^2.

No recuerdo si sonreía cuando lo conocí, pero si recuerdo que lo hizo cuando volvimos a encontrarnos. Recuerdo que seguía hablando como cuando nos conocimos, 5 años atrás, de la misma manera, con las mismas palabras, con la misma peculiaridad que cuando tienes 15 años… Decía que yo era demasiado pija para él, y que había cambiado desde aquel día que nos conocimos, que dónde estaban mis pantalones de campana y mis mechitas delante de la cara. Que tampoco crecí y que no le llegaba al hombro (eso le gustaba). Le dije que lo reformaría, y él se dejó reformar.
Recuerdo su brecha en la ceja, su manera de mirar y hacer que temblara toda, su boca que no hacía más que pedir a gritos un beso, sus labios carnosos, sus dientes perfectos. Recuerdo su forma de hacerme sentir lo mejor de su vida, y de hecho estuve convencida de ello durante aquel tiempo. Recuerdo esa manera que tenia de hacerlo todo especial, de convertir un pequeño detalle en un gran momento que a pesar del paso de los años no lograría olvidar. Recuerdo aquellos pantalones de militar que tanto le gustaban y que yo tanta odiaba (¡eran horrendos!). Recuerdo las maneras que tenía de llamarme, de todas las formas menos por mi nombre, cosa que en el fondo terminaba por gustarme. (PALIKAZOSLIFE). Recuerdo su sonrisa, el sonido de su risa y lo feliz que era, lo feliz que era… Recuerdo esa bandera del coche y la pegatina en la parte de atrás. Recuerdo que su música me daba dolor de cabeza, en cambio a él le daba la vida. Mi CD seguirá guardado en su coche, al igual que aquella manta naranja que le regalé en Navidades para no pasar frío. Recuerdo que tenía la calefacción del coche rota y me decía que yo era el gafe, que fue volver a verme y romperse. Yo le decía que era cosa del destino, que ella quiso desde ahí arriba que volviéramos a vernos, que se produjera lo que no pudo pasar 5 años atrás. Recuerdo el día que colgué mi pulsera del retrovisor de su coche, dijo que cada vez que lo viera nos recordaría a las dos, y en ese momento supe que ella estaba haciendo lo mismo que yo; llorar.
Lo recuerdo a él, entero, punto por punto. Y si cierro los ojos aún puedo sentirlo, pero todo en silencio, todo con un interminable y desquiciante silencio que no se marcha, que no me deja oírle, escucharle hablar, recordar su voz… Algo tan tan simple como RECORDAR SU VOZ…



AL MEU CEL.