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miércoles, 1 de octubre de 2014

Lo feliz que soy ahora no tiene nombre...

Es curioso. Acabo de ser consciente realmente del papel que tiene el baloncesto en mi vida, de tener delante las paredes de mi habitación en Novelda empapelada con recuerdos y en el 80% sale un balón... es curioso que no me vea capaz de separame de él. Peor que una droga, peor que una adicción... este domingo empieza lo bueno, empieza la ACB y una nueva temporada repleta de oportunidades y ganas de comerme el mundo. Y prometo que no pienso atragantarme. Las puertas que se me están abriendo son oro, y pienso lograrlo, cueste lo que cueste.

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