Primero fue la hermana Josefa, en quinto de primaria, un frío día de Diciembre. Luego fue mi abuelo, una madrugada de domingo 26 de enero de 2003. Después, cuando parecía que salíamos a flote,que no había mala suerte, que cada uno continuaba su camino por separado,pero en el fondo todos seguiríamos juntos, llegó un jueves 12 de julio y fue ella quien se marchó... Tras ella murió de cancer el amigo de mi mejor amigo...Vuelta a otro diciembre, otro frío diciembre, un miércoles 5 mi tía Ana María nos dijo adiós a sus 93 años.
Unos meses más tarde fuimos testigos de una de las mayores injusticias que he podido presenciar. El padre de una de mis amigas murió un 12 de febrero. Otro 12 en nuestras vidas en el que volvíamos a estar juntos, todos, en un mismo lugar.
Tras él,llegó Dmitri, un amigo de 17 años que se suicidó el pasado Marzo. Junio llegó más caluroso que nunca, y otra injusticia volvió. El tío de mi mejor amiga le dijo adiós, y fue la primera vez que la vi tan afectada, y por lo tanto yo estaba también jodida.
El pasado 2 de Noviembre murió de un accidente un amigo de amigos... Y los recuerdos volvieron como si nada, absolutamente todos...
Y hoy, hoy un niño de dos años y medio acaba de quedarse sin padre..
Que me expliquen a mi qué cojones pasa!
Hola Miriam,
ResponderEliminarVengo del blog de Sara, y me ha impresionado tu historia; el verlo aquí tan crudamente detallado y con esa mezcla de inocencia y de sinceridad, pero también de carácter.
Yo sólo estoy aquí de paso, pero voy a decirte varias cosas, porque, después de leerte, creo que eres una persona que vales y que tienes unos problemas que no son ninguna tontería, y que se merecen ser comprendidos y valorados.
Creo que deberías contárselo a tu madre, porque se nota que en el fondo quieres y necesitas hacerlo, y no hay nadie que te vaya a apoyar tanto como una madre. Es verdad que hay gente que se va, y que es algo muy triste. Pero los que os quedáis en este mundo tenéis que apoyaros a tope, y eso nadie lo va a hacer como la familia. Nunca lo olvides.
Me ha llamado muchísimo la atención esta frase: “Lo peor de tener algo que ocultar es que no hay nadie con quien puedas desahogarte, y peor aún es que la única persona con la que puedas hablar esté en Salamanca una semana…”. Lo dice todo. Héctor es un inmaduro egoísta (como tantos otros) que, por mucho bonito que te haya hecho sentir, en realidad no te ha sabido querer. Desconfía de quien te diga con mucha facilidad que te quiere pero no te lo demuestre. No te enamores de alguien que no te entienda de verdad y que no valore tus sentimientos. ¡Tienes mucha vida por delante para encontrarlo! Ten en cuenta que no es fácil encontrar a alguien así, y que ahora estás muy vulnerable y corres el peligro de echarte rápidamente en los brazos de otro que intente hacerte creer que te quiere. No se quiere a alguien de la noche a la mañana: no lo olvides.
Tienes que valorarte. Eres una chica que escribe bien, deportista, que tiene valores… Tienes que realizarte y quererte a ti misma antes que buscarte en los ojos de otro. Y puedes hacerlo, porque lo vales. Cuando te vengan pensamientos negativos y creas que no, repítetelo a ti misma: SÍ, lo valgo.
¿Cómo se le dice a una madre eso? Prepárala primero para lo que tienes que decirle y para cómo quieres y necesitas que reaccione contigo. Una madre siempre va a estar dispuesta a ayudarte, pero a veces no es tan fácil, y hay que enseñarle cómo hacerlo. Si se lo sueltas de golpe, a lo mejor reacciona bien (o simplemente no reacciona), pero también hay muchas posibilidades de que te suelte algo que en realidad no piense, porque sea lo primero que se le pase por la cabeza.
Puedes decirle algo así: “Mamá, tengo que contarte algo importante que me ha pasado. No te lo he contado antes porque no es nada fácil hacerlo, y es duro. Por eso necesito toda tu comprensión y tu apoyo. Que me escuches, que no me culpes ni me eches una charla, y que me animes. Necesito que nos animemos juntas y miremos hacia delante. Te quiero mucho”.
Si no te sale decírselo, también puedes ponérselo por escrito. Pero yo te animo a que seas valiente y te comuniques con ella. Ten en cuenta que no es fácil ser madre (intenta ponerte en su lugar) y que ella seguro que está deseando ayudarte, pero no sabe cómo hacerlo. Por eso tienes que ayudarla a ayudarte. ¡Mucho ánimo y suerte!
PD: ¡Ah! Y anímate a participar en el concurso de Sara, que escribes bien y, además, lo importante es participar, no perder ese espíritu de ilusión de un niño. Te vendrá bien explorarte a ti misma. ¡Busca lo mejor dentro de ti! ;)
De verdad que gracias...me ha encantado lo que me has escrito. Lo primero me gustaría que me dijeras quien eres y poder comunicarme contigo, pues al poner anónimo tampoco puedo meterme en tu blog. Lo segundo (aprovechando que está por el final) no creo que participe en el concurso de Sara. Hace ya muchos años que esa niña parece estar escondida y creo que no tiene muchas ganas de salir. Yo soy más de escribir cosas tristes y realistas, aun que no te niego que hace unos años no fuera la niña más niña, pero creo que los problemas y las decisiones de los mayores la han hecho esconderse :)
ResponderEliminarLo tercero, Héctor, puff Héctor...¿sabes qué es lo peor de todo?
Que sigo acostándome llorando todas las noches y sigo pensando que algún día dejará a la chica por la que me dejó a mí y me dirá que no me ha olvidado... y soy la persona más idiota por pensar eso, pero mira...
No puedo contarle nada a mi madre,porque fue algo que pasó en Febrero, dentro de nada hará un año, y sinceramente, si mi madre se enterara de eso, creo que lo primero que me diría sería IRRESPONSABLE y lo peor de todo es que tendría la razón. Y bueno, que traicioné a mis principios, no creo en el aborto y tampoco en la pastilla del día de después. Pero son opiniones...
Te vuelvo a dar las gracias por leerme y sobretodo por dar tu opinión.
Mil gracias!