Son las 5:15 de la mañana. Como no, desvelada. Pero hoy es diferente. El cansancio del cuerpo se nota. Pesan las piernas, duelen los brazos, notas los latidos del corazón en las rodillas y ese ligero cosquilleo en la planta de los pies.
Me viene a la cabeza ese último apretón y esfuerzo mental de decir NO PARO tras la cuesta en la última vuelta hace unas 9h. Me viene a la cabeza y sonrío. Sonrío de pensar que si esta es la sensación del primer día qué me espera en el primer mes, el primer partido, la primera vez que me ponga el equipaje (el nuevo equipaje).
Sonrío porque no hay gloria sin esfuerzo. Y hay que ir a más, poco a poco (o quizás quitando el último poco, con uno es suficiente). Y mejorar, que me hace muuuuucha falta. Y aprender, tanto de otros como de lo que un día llegué a ser, que no fue mucho pero fui feliz.
Me propongo llegar a eso. A tener estas ganas de entrenar todos y cada uno de los entrenos. No me dejo fallar uno. No me permito fallar(me) uno.
Sí, sé que es el primer día, que son típicas frases... NO, hay que apretar ya para llegar a demostrar a tiempo.
Hoy ha estado en mi mente esa parte que no quiere irse a Murcia. Contra todo pronóstico (nadie apostaba un duro por esto) me he sentido como en casa, me he sentido jugadora otra vez.
Y el derecho que un día se me quitó en mi propia casa me lo ha tenido que dar el vecino...
Esto es así. La lástima que me da es que tengo razón en esto. Sólo hay que mirar el equipo. Lo que ha sido Novelda, lo que ha tenido y en lo que ha quedado. Sin desprestigiar, por supuesto.
Queda todo dicho.
Hoy es un gran día.
A partir de ahora todos los lunes lo serán. Y los miércoles, y los viernes...
Y qué queréis que os diga, ansío el momento de un amistoso y de notar resultados (ya desde el primer día jajajajajajaja).
Esto sí que son buenas noches.
Gracias baloncesto. Lo que tú consigues no lo consigue nada ni nadie.
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