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jueves, 13 de septiembre de 2012

Quererlos sabe a poco.

Esto no se puede describir.
Después de una semana de lágrimas, de insomnio prácticamente todas las noches, de silencios eternos y de absurdas discusiones, una tarjetita amarilla pudo con todo, una palabra pudo con todo...
No hay mejor impulso que el que me dieron ayer mis padres y mi hermano, un abrazo entre lágrimas, una mirada acompañada de sonrisas insuperables.
Porque la foto lo dice todo, mis sueños se hicieron realidad, fue ese día, gracias a ellos... 

No puedo tener mejor familia, no la merezco!!

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