Bichejo.

Que si te pasa algo me muero y que hoy no he podido sentirme más impotente de verte así y no poder hacer nada...
Llamadme exagerada, mi pequeñaja es lo mejor que han podido darme desde que nací.
Y yo sé que tú eres fuerte, que contaremos esto como una historia más, como una más porque saldrá bien. Volverás a jugar y sacarás la nota que mereces.
Nunca he conocido a nadie tan constante como tú, tan entregada, tan sufridora.
Poniendo por delante estudiar y el baloncesto a cualquier otra cosa, incluso a la vida social con casi 18 años...
Y la matanza que te estás pegando no es normal.
Y sinceramente, tengo miedo, de que te pase algo y volver a sentir que no puedo hacer nada.
Tengo miedo de que dejes de ser feliz, ahora que rozabas la perfección...

Pero algo dentro de mí me hace recordar tus tweets mañaneros, tu positividad, tu alegría. Esa taaaaan fácil de pegar.

Las lágrimas me salen solas, y me gustaría estar abrazada a ti ahora mismo. Que me llames pesada y grites.
Te voy a cebar enana, vamos a ponernos como unas nutrias juntas.
Pero recuerda que TÚ PUEDES CON TODO. Este aviso (sólo es un aviso, una línea prohibida sobrepasar) podrás cargártelo. Contigo no puede nadie. Ni contigo ni con tu afán de superación.

Recuerda (también), que yo contigo soy más fuerte, así que te doy esta noche de descanso. Mañana quiero quitarte el portatil, los mentos de cola y tirarme sobre tu cama deshecha mientras estudias las mesetas y las dudas filosóficas.
Habrá recompensa, te lo juro. Tendrás un futuro brillante.
Tú eres BRILLANTE.

Y te quiero Patri, te lo digo poco pero te quiero muchísimo...