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sábado, 1 de marzo de 2014

NB. JJ. A.

En el fondo ansío el momento de que llegue la presidencia, para bien o para mal. Creo que si ya somos uno, ahí vamos a terminar de consolidarnos como filà. Si conseguimos superar eso, conseguiremos superar todo lo que nos quede por venir.
Esta tarde me he planteado muchas cosas. El orden de las prioridades, los pros, los contras... Creo que hasta hoy no me había dado cuenta de la prioridad absoluta que le he dado a Negres, a desfilar y a la filà desde que soy parte de esto. Desde que empecé a tener ese sentimiento recorriendo mi cuerpo al escuchar una marcha mora, o la primera lágrima al pisar descalza el asfalto con paso firme y serio mientras me temblaba hasta el último milímetro de mis pestañas.

Y hablando de prioridades, mi madre esta noche me ha hecho pensar en más de una y me ha recordado ciertas palabras que le dije hace unos meses en total uso de razón. "No son mis colores".
Pues bien, hoy he hecho de tripas corazón y me he tragado lo que quizás era hora de sacar (si es que no se ha hecho bastante notorio en el último año).
SIEMPRE, repito claro, alto y conciso, SIEMPRE estará mi pueblo por encima, mi pabellón, mis amigos, mis costumbres, mis colores, mi verde y blanco, mi vida ahí.
Y ahí es cuando mi madre ha llegado y me ha dicho con toda la razón del mundo "tu obligación a marcharte, por suerte o por desgracia". La conversación ha terminado ahí pero mi mente ha seguido en silencio contestando sus razones y argumentos repitiéndose una y otra vez en voz bajita el "por suerte o por desgracia".
No sé en qué medida está la suerte y en cuál la desgracia, no sabría calificar de importantes los pros y los contras de esto. Quizás no pueda lograr hacerlo...
Claro que doy las gracias y claro que me importan. Estoy a gusto, cosa que ahí casi que no pasó. Me sentí siempre más del Jorge por el masculino que por el femenino, y si lo pienso, ellos fueron mi prioridad hasta cuando yo era jugadora de allí.
No sé cómo explicarlo, o quizás no quiera explicarlo por miedo a que no se me entienda o no saber expresarlo bien pero es así. Siempre me sentí más parte de ellos. Y ellos me demostraron (y siguen haciendo) que me echan de menos si no estoy, que notan cuando no estoy.
Es curioso sentirse tanto tantísimo parte de algo que no en su conjunto pero sí en una parte te ha dejado de lado, te ha cerrado una puerta y todas sus ventanas y te ha hecho tragarte tu orgullo para reírse de ti. Quizás es lo que más duele. El sentir que eres parte de algo pero en el sexo equivocado. Habría pagado lo que fuera por que mis compañeros fueran ellos, los quiero demasiado y llevo taaaanto tiempo viéndolos jugar que no me imagino una temporada sin ellos. Son mi mejor rutina, la rutina que elijo, la que priorizo, la que tanto y tanto me gusta.
A veces resuena en mi cabeza la típica frase que me lleva diciendo mi padre desde que tengo uso de razón (él siempre con su optimismo absoluto) "Asume que no vas a vivir del baloncesto". Ahora parece que a esa frase le damos un vuelco, la matizo y le añado "no voy a vivir de jugar al baloncesto" pero creo firmemente que llegará el día que haga que mi padre rectifique esa frase. Aunque creo que se va dando cuenta, por algo lleva un año sin repetírmela.
Cuando me ve pasarme horas y horas delante del ordenador retocando fotos me da una palmadita en la espalda y me pregunta qué tal lo llevo. Cuando me ve llegar de un partido cansada, tirarme en el sofá me dice "cansado estoy yo de trabajar toda la semana". Imagino que es su manera de decir que debería sentirme privilegiada de estar cansada de ello, y en parte lo siento, me siento privilegiada, pero lo siento ahora. Cuando tocas el suelo con tus propias manos quieres volver arriba y tocar el cielo. Algo parecido me ha pasado a mí. Valoro mucho más el ser jugadora, claro que lo hago pero la frase de "no voy a vivir de esto" se repite más de una vez en mi cabeza.
Creo que ya me estoy repitiendo y no estoy dejando nada claro. Cuando vuelva a releer esto en unos días miraré la hora y veré que es la 1 de la mañana de un viernes y que llevo demasiadas horas en pie.





Sin darme cuenta, he escrito ya un orden de prioridades. Sin darme cuenta llevo una hora escribiendo y borrando sin sentidos...

Buenas noches, me comen los nervios por el domingo y no por mi partido, sino por el de ellos y por el sitio en el que es...

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