Páginas

domingo, 30 de marzo de 2014

Hundida...

Llega un momento en el que tocas el final y ya bajas los brazos, dejas de correr, no haces ayudas y balón que te llega, balón que te da absolutamente igual si tirar y meter o no.
Me he pasado la noche con calambres y ahora mismo tengo las piernas como si terminara de jugar.

No más,  esto no más.
No puedo. Y quizás sí necesite un psicólogo, porque la nula confianza que tengo en mí misma sé que debería cambiarla. Pero ahora mismo arrastro un cabreo que no lo mando todo a la mierda porque terminaría por arrepentirme. Pero si fuera por mí y por mi cuerpo a día de hoy y en este momento, no jugaba lo que quedaba. Total, para qué...

No hay comentarios:

Publicar un comentario