Páginas

martes, 19 de octubre de 2010

Más pasado...

21.Enero.2009
A veces no nos damos cuenta de lo que tenemos hasta que peligra su continuidad. Tenemos el don de cagarla cuando menos oportuno es hacerlo y solemos pedir perdón cuando ya es algo tarde para ello.
Sí, admitimos haberle dado muchas vueltas a la cabeza, haberlo pensado mucho, pero no nos damos cuenta de ello hasta que el pepito grillo del corazón nos tira un papel a la cara y nos dice “¿pero qué coño crees que estás haciendo, idiota?”.
¿Ahí? ¿Ahí es cuando se supone que debemos reaccionar?
La verdad, y por mucho que duela, es que NO.
Deberíamos aprender a apreciar las cosas tal y como nos vienen, sacarle lo positivo a lo negativo, todo desde el primer momento en el que aparecen. Joder, disfrutar de esto a lo que llaman vida!
Quien sabe si mañana se acabará, y si alguien te va a recordar cuando tú ya no estés.
Siempre me lo he preguntado.
Me doy cuenta de lo que tengo, que sí, vale, tiene algún que otro percance, pero supongo que todos tienen percances. Pero mi madre intentó enseñarme de pequeña, que sacando lo mejor de cada uno, lo mejor de todo, incluso lo positivo de lo negativo, conseguiría ser feliz. Y la veo a ella, y sí, sé que se puede conseguir.
Entonces me vuelvo a mirar a mi. Todo lo que un día fui, todo lo que un día dije o hice. Hay cosas de las que no me siento orgullosa, muchísimas cosas, y cosas que ahora, simplemente, no tienen solución. El arrepentimiento es un puto sentimiento que me gustaría borrar de mi cabeza, pero por suerte o por desgracia, no tengo ese don.
A veces te planteas qué es lo que debes hacer con tus días, y, para que mentirme a mi misma, yo no he llegado a ninguna conclusión.
Me obsesioné en demasiadas cosas a la vez que no llegaron a ninguna parte.
Ahora que mi forma de ver las cosas ha cambiado, no pienso dejar que vuelva a cambiar.
Y como dijeron en una canción “Disfruta lo que tienes antes de que se te escape porque muchos se arrepienten y ya es demasiado tarde”.



Apreciando cada día un poquito más las cosas que me rodean.
Aprendiendo a sonreír en los malos momentos y con los malos recuerdos.
Esto se basa en saber controlarte a ti misma, cuando consigas eso, habrás conseguido la mayor parte.

Vivo tantos momentos en que detendría el tiempo, y otros en cambio me hacen sentir tanto tanto miedo…

No hay comentarios:

Publicar un comentario